Sí, el lunes comienza una nueva etapa para mí: la universidad.
En mi vida estuve tan aterrada. Quizás sea por el hecho de que el año pasado, en mis últimos meses de secundaria, a mis compañeros y a mí nos llenaron la cabeza diciendo que en ese lugar (algunos hablaban de universidades públicas, otros de privadas) no se podían hacer amigos, que solamente conocías a la gente y nada más. Creo que es un poco exagerado. No niego que puede a veces sofocarte la universidad, que no es lo mismo que en la escuela, que si te equivocas en algo y no es nada... Pero todos parecen tenerle terror.
Por mi parte estoy ansiosa, tanto que en este momento me duele la panza (lo atribuí a algo que comí, pero me di cuenta que nada que ver... o al menos eso creo, o quiero creer). Es una nueva etapa en mi vida, en la que voy a tener que poner todo de mí para progresar, para obtener mi título y, después de esa gran felicidad y lágrimas, poder decir 'No es como ustedes dijeron'. Me refiero a la gente que me tiró abajo (a.k.a. mi familia).
Voy a estudiar farmacia... no sé si es lo que quiero hacer toda mi vida, pero me gusta mucho. Tengo ganas de ser ingeniera, pero sé que mi mente no da para tanto. Tendría que haber probado. En fin, en unos años.
Como dije, este lunes empiezo y no puedo estar más contenta. Quiero que llegue el día, pero a su vez sé que si llega, al rato me voy a arrepentir cuando vea las pilas y pilas de fotocopias que estudiar, los apuntes que leer, los libros que resumir. En ese momento diré, y con razón, FUCK. Pero tengo dos personas por las cuales salir adelante, así que no me daré por vencida.
Quizás sea un camino largo y tedioso, con ganas de abandonar y hacer otra cosa, rompiéndome la cabeza tratando de aprenderme cosas que no entiendo y sentirme frustrada... Pero sé que si me recibo (si Dios quiere, obviamente), voy a mirar atrás y podré decir que todo el sacrificio valió la pena.
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